“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)
A través de nuestra existencia, las personas enfrentamos dificultades y situaciones adversas, las cuales, nos estresan y causan bastante dolor, llegando en algunos casos a la desesperación y la incertidumbre frente al futuro.
Dios a través de Su Palabra, nos invita a confiar y descansar en Su soberanía y cuidado. Jesús mismo nos anima a tener paz e independiente de las tormentas que podamos estar viviendo, Él tiene cuidado de cada uno de nosotros.
También Jesús nos dice: Que en este mundo tendremos aflicción, pero debemos llenarnos de confianza en que Él nos ayuda a vencer todos esos problemas y complicaciones que a veces llegan sin previo aviso. Ejemplo de esto, es la actual situación que estamos viviendo producto de la pandemia del coronavirus COVID-19.
Posiblemente nuestra zona de confort y estabilidad esta insegura producto de esta crisis sanitaria, pero ¿Dónde estamos poniendo nuestro sentido de seguridad? Cuando confiamos en la soberanía de Dios, no debemos tener miedo a las malas noticias, aunque el temor es un sentimiento humano y válido, no debemos dejarnos dominar por el temor, ya que Dios nos invita a echar toda nuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros.
Que Dios nos ayude a confiar en Su soberanía, descansando en Su voluntad, aprovechando bien el tiempo en casa para compartir momentos agradables y significativos con la familia, mostrando el amor y aprecio por cada integrante del grupo familiar, realizando tareas y responsabilidades con amor, sacando partido a la iniciativa propia para realizar actividades que a veces, por la vorágine de esta vida, no son posibles de llevar a cabo. En estos tiempos de incertidumbre, tomemos las providencias necesarias, seamos luz y vivamos confiados en la protección que Dios nos entrega.
Les saludo fraternalmente,
Patricio Aranda Saldivia
Consejero